Reglas del Juego
Acton no podría ser learner-driven sin esta pieza clave.
Nada que ver con las reglas o medidas disciplinarias establecidas por una figura de autoridad, el Studio Covenant o Studio Contract es un documento que está elaborado por niños y niñas que conforman el grupo (sí, ellos se encargan de redactar y escribirlo) y firmado por ellos. Hay un poder intrínseco en el hecho de que los acuerdos que ahí se enlistan son promesas que ellos mismos establecen cumplir. Es mucho más fácil respetar los lineamientos que tú mismo pusiste que las reglas impuestas por alguien más. Cada estudio trabaja en su convenio durante la primer sesión del ciclo, y así tengan cuatro años o doce, se toman súper en serio su rol de establecer reglas que les hagan sentido y se esfuerzan en ponerse de acuerdo.
Tanto para los Sparks como para los Discoveries el momento de la firma es todo un ritual. Se les invita a mamás, papás y guías a presenciar este momento en el que los Heroes firman su pacto. No deja de sorprenderme verlos llegar vestidos formales y elegantes para la ceremonia, donde solemnemente y en silencio, toman la pluma y firman su convenio.
"Así tengan cuatro años o doce, se toman súper en serio su rol de establecer reglas que les hagan sentido y se esfuerzan en ponerse de acuerdo."
A partir de aquí es que la aventura de un aprendizaje verdaderamente auto dirigido empieza.
Siendo realistas, habrá días en que rompan sus ‘reglas’. Cumplir promesas es difícil. Cometer errores es fácil. Pero esta pequeña comunidad sabe que se tienen unos a otros para acompañarse, hacerse responsables unos a otros y de recordarse lo que prometieron y porqué lo hicieron.
Como en todo, existen consecuencias -que ellos mismos acordaron también- por incumplir las promesas de su convenio. Éstas cumplen con el propósito de tener límites claros, les permiten visualizar la ruta y a corregir el rumbo para llegar exitosamente a su destino.
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